Grupo arqueológico único en su género en la región, hasta donde se puede arribar en vehículo por la carretera de tierra sin afirmar o por el camino de herradura que parte del pueblo. Se trata de depresiones u hoyos naturales gigantescos en la superficie del terreno que fueron utilizados para construir en sus contornos terrazas o andenes agrícolas con sus respectivos canales de irrigación; lo que llama poderosamente la atención es la diferencia de temperatura anual media entre la parte superior y el fondo de las depresiones, esa diferencia llega a tener hasta 15°C en la depresión principal de unos 30 metros de profundidad.
En esas formaciones, la naturaleza ha creado un medio ambiente, condiciones o microclimas que en la modernidad el hombre crea en invernaderos. Moray, por sus condiciones climáticas y otras características, fue un importante centro de domesticación, aclimatación e hibridación de especies vegetales salvajes que fueron modificadas o adaptadas para el consumo humano.
Es pues, un prototipo de invernadero o estación experimental biológica bastante avanzada para su tiempo que ayudó a que el hombre americano de la antigüedad heredase a la humanidad un 60% de los productos vegetales que consume, que el hombre andino consuma un millar y medio de variedades diversas de papas, un centenar y medio de maíz, y muchísimos otros productos ricos. Hay aún, sin embargo, muchos enigmas sobre el lugar, enigmas que son producto de la carencia de estudios científicos serios que despejen las dudas actuales. Las estructuras aquí encontradas son típicamente inkásicas, no obstante, algunos sugieren que se trata de estructuras anteriores, al menos en las terrazas inferiores. Uno de los enigmas es la forma de desagüe que se utilizó para las aguas que discurrían por los canales; se aduce que deben existir canales subterráneos construidos en el fondo de las depresiones que posibilitan el desagüe.
Se estima también que el fondo está sobre una formación rocosa natural muy porosa que facilita la filtración hacia el interior de la tierra; lo real es que aún hoy, en el fondo de las depresiones no se producen inundaciones en la época de lluvias. Se hace imprescindible la necesidad de llevar a cabo estudios de palinología serios, es decir, análisis diversos de las muestras de polen que se encuentran en Moray para así establecer la naturaleza, especie, calidad y otras características de los productos que aquí se cultivaban.
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